Back on the Boards / De vuelta a las tablas
Over the past two years of this pandemic, we have not stopped. We closed our doors for the lockdown on Friday, March 13th, 2020 as did most everyone in LA. And like everyone else, on Monday the 16th we were online trying to figure out the new zoom world. We never missed a day of work and over the next couple of years we created many virtual programs , including two live interviews of city council members the very week LA was under curfew due to civil unrest. We also created a digital play for a festival with our LA theatre colleagues, continued our Teatro del Pueblo program for community members both online and in person, and held a virtual (2020) and in person (2021) Dia de los Muertos festival. We created a fabulous online field trip that served nearly 8,000 students in the hardest school year of their lives. We created dozens of online teacher workshops for as many school districts with our friends at LA County’s Office of Education. And we even created an audio version of our upcoming play Rapunzel Alone with actors in the UK, Atlanta, LA, and NYC doing scenes simultaneously. It’s been a busy two years.
But now, after a couple of years of running in place, we are finally getting back up on the boards with our first live production since Covid became a thing. As I type this in the lobby, our cast and production team are in the theatre doing a tech rehearsal. I hear the voice of our narrator (and playwright), Mike Kenny, playing over the speakers. I hear multiple conversations between designers. “Can you give me another three seconds before you bring in the video on cue F37?” Conversations between our director Deb and our stage manager Sarah and the actors, while I hear music being played over the sound system, then replayed again and again as cues are set to meticulous timing. The team laughs as they are now giddy, 5 hours into tech rehearsal. All of these sounds are music to my ears.
I confess that I had forgotten, in my lackadaisical lockdown state, what it feels like to make live theatre. The excitement of being in a room with real artists. The thrill of creating something with a team of people for the purpose of affecting another group of people. All of our experienced design team confessed to also having forgotten how to do this after so much time down in the pandemic. Simple things we all used to do during tech weekend, we are just remembering a dozen hours in.
We have been excited about this show, Rapunzel Alone, for several years. We commissioned our pal, acclaimed British playwright Mike Kenny to write it for us because of the high suicide numbers in teens. With isolation being a big thing to young people even before the pandemic, we asked Mike to parallel the Rapunzel story, which is all about isolation. Our play is not Rapunzel, but the themes are similar.
The play has been started and stopped, scheduled, and rescheduled over these past two years. But this time, it seems we are in the homestretch. Covid numbers are heading in the right direction, CA is lifting restrictions in most of the state, and it seems we’re on target to open March 5th and 6th at 24th STreet, then to the Wallis in Beverly Hills for the next two weeks. Wherever you see it–and we do hope you see it–now that we’re convinced that it’s really happening.
The best thing for me personally is the revelation that theatre still matters to me. I wasn’t sure, actually, not having seen much theatre over these past 2 years. I’ve always known that theatre is not literally life-sustaining for me, as I didn’t see my first live play until I was in college. We theatre artists always talk of as if we’d die without theatre, but I have often secretly doubted that. Still I was reminded– not by any show I saw over these past few years, but by making theatre again. That visceral feeling of creating a show is unlike anything I’ve felt during this pandemic. And that made me realize that the art form is still relevant to me, even in a global pandemic when the world is upside down. It feels great to be back on the boards again. Yes, maybe part of it is the return to normalcy. But it’s also the act of creating art for other humans. That is a powerful thing. And it’s an awesome responsibility and a privilege at the same time. And I’m glad to be back to it.
Durante los últimos dos años de esta pandemia, no hemos parado. Cerramos nuestras puertas por el encierro el viernes 13 de marzo de 2020 como lo hizo la mayoría en Los Ángeles. Y como todos los demás, el lunes 16 estuvimos en línea tratando de descubrir el nuevo mundo de zoom. Nunca perdimos un día de trabajo y durante los dos años siguientes creamos muchos programas de entrevistas en línea, incluidas dos entrevistas en vivo con miembros del consejo de la ciudad, la misma semana en que Los Ángeles estuvo bajo toque de queda debido a los disturbios civiles. También creamos una obra en línea para un festival en línea con nuestros colegas de teatro de Los Ángeles. Continuamos con nuestro programa Teatro del Pueblo para miembros de la comunidad tanto en línea como en persona, y realizamos un festival virtual (2020) y en persona (2021) del Día de los Muertos. Creamos una fabulosa excursión en línea que ayudó a casi 8,000 estudiantes en el año escolar más difícil de sus vidas. Creamos docenas de talleres de maestros en línea para tantos distritos escolares con nuestros amigos en la Oficina de Educación del Condado de Los Ángeles e incluso, creamos una versión de audio de nuestra próxima obra Rapunzel Alone con actores en el Reino Unido, Atlanta, Los Ángeles y Nueva York haciendo escenas simultáneamente. Han sido dos años ocupados.
Pero ahora, después de un par de años de trabajar encerrados, finalmente estamos volviendo a las tablas con nuestra primera producción en vivo desde que Covid nos llegó. Mientras escribo esto en el lobby, nuestro elenco y equipo de producción están en el teatro haciendo un ensayo técnico. Oigo la voz de nuestro narrador (y dramaturgo), Mike Kenny, sonando por los altavoces. Escucho múltiples conversaciones entre diseñadores. "¿Puedes darme otros tres segundos antes de que traigas el video en el -cue- F37?" Conversaciones entre nuestra directora Deb y nuestra jefa de foro, Sarah y los actores, mientras escucho la música que se reproduce en el sistema de sonido, luego se reproduce una y otra vez a medida que los -cues- se ajustan a una sincronización meticulosa. El equipo se ríe porque ya están mareados, después de 5 horas del ensayo técnico. Todos estos sonidos son música para mis oídos.
Confieso que había olvidado, en mi desganado estado de encierro, lo que se siente hacer teatro en vivo. La emoción de estar en una sala con verdaderos artistas. La emoción de crear algo con un equipo de personas con el propósito de agradar a otro grupo de personas. Todo nuestro experimentado equipo de diseño confesó también haber olvidado cómo hacer esto después de tanto tiempo en la pandemia. Cosas simples que todos solíamos hacer durante el fin de semana de ensayos técnicos, que apenas estamos recordando una docena de horas después.
Hemos estado entusiasmados con este programa, Rapunzel Sola, durante varios años. Le encargamos a nuestro amigo, el aclamado dramaturgo británico Mike Kenny, que lo escribiera para nosotros debido al alto número de suicidios entre los adolescentes. Dado que el aislamiento era algo importante para los jóvenes incluso antes de la pandemia, le pedimos a Mike que hiciera un paralelo con la historia de Rapunzel, que tratara sobre el aislamiento. Nuestra obra no es Rapunzel, pero los temas son similares.
El montaje ha empezado y se ha detenido, la obra ha sido programada y re programada en los últimos dos años. Pero esta vez, parece que estamos en la recta final. Los números de covid van caminando en la dirección correcta, CA está levantando las restricciones en la mayor parte del estado, y parece que estamos en camino de estrenar el 5 y 6 de marzo en nuestro Teatro 24 y luego en el Teatro Wallis en Beverly Hills durante las próximas dos semanas. Dondequiera que lo vea, y esperamos que lo vea, ahora estamos convencidos de que realmente está pasando.
Personalmente, lo mejor para mí es la nueva revelación de que el teatro todavía me importa. No estaba seguro, en realidad, no había visto mucho teatro en los últimos 2 años. Siempre supe que el teatro no es literalmente un medio de vida para mí, ya que no vi mi primera obra en vivo hasta que estaba en la universidad. Los artistas de teatro siempre hablamos de que moriríamos sin teatro, pero muchas veces lo he dudado en secreto. Aun así, esto me lo recordó, no por ningún espectáculo que vi en los últimos años, sino por hacer teatro nuevamente. Ese sentimiento visceral de crear un espectáculo no se parece a nada que haya sentido durante esta pandemia. Y eso me hizo dar cuenta de que esta forma de arte sigue siendo relevante para mí, incluso en una pandemia mundial cuando el mundo estaba patas arriba. Se siente genial estar de vuelta en las tablas de nuevo. Sí, quizás parte de ello sea el regreso a la normalidad. Pero también es el acto de crear arte para otros humanos. Eso es algo poderoso. Y es una responsabilidad increíble y un privilegio al mismo tiempo. Y me alegro de volver a hacerlo.