We are the Heartland / Somos el corazón
Home is where the heart is
No matter how the heart lives
Inside your heart where love is
That's where you've got to make yourself
At home
(Lyrics from Home is Where the Heart Is, sang by Holly Near and Mary Travers)
It is in times like these that our enormous City of Angels feels like a small town. I used to live in Altadena in the 80’s and I’ve always dreamed of living in the Palisades. And as huge as LA is, many of us know people in these two neighborhoods severely ravaged by the horrendous fires.
We’ve been on the phone since yesterday with actors, stage managers, teaching artists, schools, donors and board members... most of whom were being evacuated or had someone close in trouble. One of our actors’ parents lost their home, as did the brother of one of our dearest donors. One of our former Board members is evacuated from Sierra Madre while another lost his home in the Palisades. The last picture on his ring doorbell camera was the home across the street burning. Then the image went dead. Later he saw his home burning on the news. Several of our teaching artists and musicians and stage managers were evacuated from Glendale, Los Feliz, and Hollywood. Another was relaying info from me to her husband in Altadena, who had no access to news or electricity.
Fire doesn’t discriminate. It is the great equalizer. And while so many of us have been caught up in focusing on our differences for the last several years, when it all comes down to it, we humans are all the same. Even in Los Angeles. When our homes burn down, we are crushed. No matter who we are. Whether rich or poor, young or old, we all want the same things. To have a safe place to live. To have what we need. And when we lose our homes, regardless of the zip code or square footage, we all basically want the same things. First to make sure our family and pets are safe. And then of course the basics; water and food and a hug and a blanket and shelter. The immediate stuff...our primal needs met.
Home is obviously a primal thing. Home is normally our safe place, where we can breathe. Where we can let our guard down. That is what is so frightening to me about the thought of homelessness, never being able to relax, to breathe. We all know that to be without the safety and security of a place to live is utterly untenable. So these fires are putting thousands of people in our city in an untenable position.
If there is a silver lining to this horrific disaster, it is that we Angelinos have emerged from the ashes triumphant. As humans. LA has a well-earned reputation for being a narcissistic place where everybody wants to be famous. But we showed what Angelinos are really made of this week. Neighbors looked after neighbors. Friends looked after friends. Even when their own houses had burned, we saw in every fire all over the Southland, that people were taking care of each other. The way humans should. As they pride themselves in doing in our heartland. Angelinos demonstrated to the world when it really mattered this week that we care about others. That we are caring like the good folks in the heartland. That we Angelinos ARE INDEED part of the heartland, part of the heartbeat of this country. It’s a beautiful reminder that LA is still an empathic place to live. It’s our instinct even. And nobody cares who you voted for, they’re just helping each other. Period. Now I just hope we can remember to do it, without fire.
Somos el Corazón
El hogar es donde está el corazón.
No importa cómo viva el corazón
Dentro de tu corazón donde está el amor
Ahí es donde tienes que sentirte en casa
(Letra de Home is Where the Heart Is, cantada por Holly Near y Mary Travers)
Es en momentos como estos que nuestra enorme ciudad de los Ángeles se siente como un pueblo pequeño. Solía vivir en Altadena en los años 80 y siempre soñé con vivir en Palisades. Por más grande que sea Los Ángeles, muchos de nosotros conocemos a personas en estos dos vecindarios gravemente devastados por estos horrendos incendios.
Hemos estado hablando por teléfono desde ayer con actores, directores de escena, artistas docentes, escuelas, donantes y miembros de la Mesa Directiva, la mayoría de los cuales estaban siendo evacuados o tenían a alguien cercano en problemas. Uno de los padres de nuestros actores perdió su casa, al igual que el hermano de uno de nuestros más queridos donantes. Uno de nuestros ex miembros de la Mesa Directiva era evacuado de Sierra Madre mientras que otro perdía su casa en Palisades. La última imagen que captó la cámara del timbre era la casa de enfrente en llamas. Entonces la imagen se apagó. Más tarde vio en las noticias su casa ardiendo. Varios de nuestros artistas docentes, músicos y directores de escena fueron evacuados de Glendale, Los Feliz y Hollywood. Otra estaba transmitiendo información mía a su marido en Altadena, que no tenía acceso a noticias ni a electricidad.
El fuego no discrimina. Es el gran igualador. Y aunque muchos de nosotros hemos estado atrapados centrándonos en nuestras diferencias durante los últimos años, al final, los humanos somos todos iguales. Incluso en Los Ángeles. Cuando nuestras casas se queman, quedamos devastados. No importa quiénes seamos. Seamos ricos o pobres, jóvenes o viejos, todos queremos las mismas cosas: tener un lugar seguro donde vivir, tener lo que necesitas y lo que tu familia necesita. Y cuando perdemos nuestras casas, sin importar el código postal o los metros cuadrados de tu propiedad, básicamente todos queremos las mismas cosas. Primero, asegurarnos de que nuestra familia y nuestras mascotas estén a salvo. Y luego, por supuesto, lo básico; agua y comida, un abrazo, una manta y refugio. Lo inmediato... nuestras necesidades primarias satisfechas.
El hogar es obviamente algo primordial. El hogar es normalmente nuestro lugar seguro, donde podemos respirar. Donde podemos bajar la guardia. Eso es lo que me asusta tanto de la idea de quedarme sin hogar, de no poder nunca relajarme ni respirar. Todos sabemos que carecer de la seguridad de un lugar donde vivir es absolutamente insostenible. Estos incendios han puesto a miles de personas en nuestra ciudad en esta situación insostenible.
Si hay un lado positivo en este horrible desastre, es que los angelinos hemos resurgido triunfantes de las cenizas, como humanos que somos. Los Ángeles tiene una reputación bien ganada de ser un lugar narcisista donde todo el mundo quiere ser famoso. Pero esta semana mostramos de qué estamos hechos realmente los angelinos. Los vecinos cuidaban a los vecinos. Los amigos cuidaban de los amigos. Incluso cuando sus propias casas se habían quemado, vimos en cada incendio en todo el sur que la gente se cuidaba unos a otros, como deberían hacer los seres humanos. Como nos enorgullecemos de ser en nuestra ciudad. Esta semana los angelinos demostramos al mundo lo que realmente importaba esta semana: preocuparnos por los demás, preocuparnos como las buenas personas de esta ciudad, de este corazón. Que los Angelinos DE VERDAD SOMOS parte del corazón, parte del latido del corazón de este país. Es un hermoso recordatorio de que Los Ángeles sigue siendo un lugar empático para vivir.
Es incluso nuestro instinto. Y a nadie le importa por quién votaste, simplemente nos ayudamos unos a otros. Punto. Ahora sólo espero que podamos recordar hacerlo sin los incendios.