Tip of the Iceberg/La Punta del Iceberg
There’s been a lot of talk in the media lately, both broadcast and social, about the changes we’re experiencing with post-pandemic tipping. It used to be that you only tipped skycaps, waiters, cab drivers, and hairdressers. But post pandemic, tipping has changed.
First, everyone is expecting tips. You order food to go, a tip is still expected. When I donate to political candidates now, the platform asks for a tip. “Stay outta politics” is my tip to them.
Tips are more than they used to be too. Nowadays you order a muffin and coffee at a counter, and they offer you 15%, 20%, 25% tipping opportunities while they watch you choose the tip on their screen. That’s new.
But last week, we saw something at 24th STreet that was both hilarious, and proof positive that this new tipping philosophy has gone way too far. Our field trips serve thousands of students each year, so you’d expect it to catch up with the kids at some point. And last week, it did. After one of our fabulous Enter Stage Right performances for a school, one of the students offered one of our actors a cash tip.
“You were great,” the student said to one of our actors in the lobby after the show. “And here’s a tip for you,” he said handing the actor a quarter.
“Wow, that’s very nice of you,” the actor replied, not really knowing if he should take the kid’s money, but not wanting to upset him. “I already get paid for doing this. But to tell you the truth, I love this show so much, I’d do it for free,” he said to the student.
“Shhhh. Don’t tell them that or you won’t get paid anymore,” the student counseled him quietly. He then left the lobby to get onto his bus and then called the actor to the bus window. “And by the way, you have to share that tip with the musician.”
Últimamente se ha hablado mucho en los medios, tanto en las transmisiones de TV y radio como en las redes sociales, sobre los cambios que estamos experimentando con las propinas después de la pandemia. Antes solo se daba propina a los maleteros en el aeropuerto, a los meseros, a los taxistas y a los peluqueros. Pero después de la pandemia, las propinas han cambiado.
En primer lugar, todo el mundo está esperándola ahora. Usted pide comida para llevar y todavía esperan una propina. Cuando hago una donación a algún candidato político, la plataforma me pide propina. “Manténganse alejados de la política” es el consejo que les doy.
Las propinas ahora son más de lo que solían ser. Hoy en día pides un muffin y un café en el mostrador, y te muestran en la pantalla el 15%, 20%, 25% para dar de propina mientras te ven seleccionándola. Eso es nuevo.
Pero la semana pasada, vimos algo en el Teatro 24 que fue divertido y una prueba positiva de que esta nueva filosofía de propinas ha ido demasiado lejos. Nuestras excursiones al teatro atienden a miles de estudiantes cada año, por lo que era de esperar que esta nueva filosofía llegara a los niños en algún momento. Y la semana pasada, llegó. Después de una de nuestras fabulosas funciones de Enter Stage Right para una de las escuelas, uno de los estudiantes le ofreció una propina en efectivo a uno de nuestros actores.
“Estuviste genial”, le dijo el estudiante a nuestro actor en el lobby después del espectáculo. “Y aquí está esto para ti”, dijo entregándole una moneda de veinticinco centavos.
“¡Guau, eso es muy amable de tu parte!”, respondió el actor, sin saber realmente si debería tomar el dinero del niño, ya que no quería ofenderlo. “Ya me pagan por hacer esto. Y te digo la verdad, amo tanto este programa que lo haría gratis”, le dijo al estudiante.
“Shhhh. No les digas eso o no te pagarán más”, le aconsejó el estudiante en voz baja. Luego salió del vestíbulo para subir a su autobús y desde arriba llamó al actor por la ventana . “Por cierto, tienes que compartir esa propina con el músico”.