Rita to the Rescue / Rita al Rescate
The first school project we did at 24th STreet Theatre in the late 1990’s was an Oscar Wilde play for students with an Arts Ed program. We invited the principals of the 5 surrounding schools for lunch on our stage. Because we didn’t yet know any of these principals, we knew that we needed to get them interested by bringing some artfulness into this lunch meeting. So we brought in one of our actors costumed in full Victorian dress, standing 15 feet stage right in tableau in a single pool of amber light. We had set this all up for these five principals and in walks Dr. Rita Flynn, principal of nearby Norwood Elementary. She wore a school uniform normally only seen on kids: plaid skirt, white blouse, and white socks. She explained that she was wearing her school’s uniform not because of the fabulous fashion statement that it was, but rather to set an example for her students. She was walking the walk. We were impressed immediately. Never have I seen another principal do that. She had a bold laugh and more than any other principal there, she loved the costumed actor because Rita, herself, is so theatrical.
Dr. Rita is a theatrical super hero of our community. Her super hero costume would be very different from her school uniform. It should include a flowing graduation gown with Ed.D imprinted proudly on the chest, a mortarboard with an oversized red tassel that blows behind her in the wind, and a super red cape. Oh yeah, and a mask over her nose and mouth rather than the traditional super hero mask that hides her eyes. Maybe some sunglasses for that, because she’s so cool.
When she was principal at Norwood, Rita used to bring Christmas presents to her families in need. She mentored many kids from our neighborhood. She cared about the people in our community and went beyond the call to assist them. When Dr. Rita retired from principaling, she turned to training principals and consulting on education projects as far away as Georgia, the country, not the state. But even with her international work, she still came to Norwood to read to students in the library and lend moral support to the current principal.
She served on the theatre’s Board for years. She’s raised money for us, donated money herself, and she’s assisted us with many Arts Education projects. She is a force of nature. When Dr. Rita is around, it’s a party. Once, when Deb and I found ourselves on the same flight as Dr. Rita, we had three martinis together between Burbank and Phoenix. Each. And we never stopped laughing. We were those obnoxiously gregarious people on that flight that everyone else hated. But it was the most celebratory flight of my life. And it wasn’t just the gin. It was that Rita is a living celebration. Even as an octogenarian, most people cannot still keep up with Dr. Rita. I can only hope that if I live into my 80’s, that I have ¼ the energy and drive that Rita has today.
Last year, a senior citizen in our neighborhood mentioned to me that he had attended Norwood back in the 60’s, but he had learning disabilities that prevented him from learning to read. I asked if he still wanted to learn to read and he got really excited. So I called a couple of tutoring programs but they weren’t set up for senior citizens. And then I called Dr. Rita. There was such irony in a former Norwood student who had never learned to read coming together with the super hero principal that could make it right a half century later. Dr. Rita volunteered to teach this man to read in weekly sessions in the theatre’s dressing room. The man learned to write his name, and mine. She bought him books and reading tools. And our neighbor for the first time in a long time felt nurtured and invested in. He soared because of Rita’s personal investment. Because she cares so much. Even since their tutoring sessions have been interrupted by the Covid Stay-At-Home-Orders, Rita has kept in touch with our neighborhood senior citizen by phone so he knows that she cares. She sent him money to make sure he had food during this crisis, and even brought him a birthday cake on his birthday. And she gave him a birthday card, which thanks to her, he can now read.
Well now it’s Rita’s birthday and our neighborhood friend has a message for her. He writes with love; YOU ARE STILL MY TEACHER AND YOU ARE AN ANGEL, RITA. And if we could read her birthday card from all of the people in our community that she has helped over the past few decades, there’d be thousands of kids, teachers, parents, principals, and theatre people saying THANK YOU RITA, saying BRAVA, saying YOU CARED!, saying YOU TAUGHT ME MORE THAN YOU KNOW, saying YOU INSPIRED ME!, saying GO DR. RITA!, saying THANKS FOR HELPING ME BECOME WHO I AM, saying I CAN READ BECAUSE OF YOU, saying YOU WALK THE WALK, saying THANKS FOR BELIEVING IN ME, saying YOU ARE OUR HERO! Happy Birthday, Dr. Rita, from all of us in the 24th STreet Family.
El primer proyecto escolar que hicimos en el Teatro 24 (24th STreet Theatre) a fines de la década de 1990 fue una obra de teatro de Oscar Wilde para estudiantes con un programa Educación Artística. Invitamos a los directores de las 5 escuelas de los alrededores a almorzar en nuestro escenario. Debido a que aún no conocíamos a ninguno de estos directores, sabíamos que necesitábamos que se interesaran aportando algo de ingenio a esta reunión con almuerzo. Así que trajimos a uno de nuestros actores disfrazados con un vestido victoriano completo, congelado en una posición a 15 pies del escenario justo bajo una sola luz cenital ámbar. Habíamos hecho todo esto para los cinco directores escolares y luego entró la Dra. Rita Flynn, directora de la Primaria Norwood, cercana al teatro. Llevaba un uniforme escolar que normalmente solo se ve en los niños: falda a cuadros, blusa blanca y medias blancas. Explicó que estaba usando el uniforme de su escuela no por la fabulosa muestra de la moda que era, sino por dar un ejemplo a sus alumnos. Haciendo lo que ellos hacían. Nos impresionó de inmediato. Nunca he visto a otro director hacer eso. Tenía una risa audaz y más que cualquier otro director allí, amaba al actor con su vestuario porque Rita, ella misma, es muy teatral.
La Dra. Rita es una superhéroe teatral de nuestra comunidad. Su disfraz de superhéroe sería muy diferente de su uniforme escolar. Debería incluir un vestido de graduación con Ed.D impreso con orgullo en el pecho, un birrete con una borla roja de gran tamaño que vuela detrás de ella con el viento y una capa súper roja. Ah, sí, y una máscara sobre su nariz y boca en lugar de la máscara tradicional de superhéroe que oculta sus ojos. Tal vez unas gafas de sol para eso, porque ella es genial.
Cuando era directora en Norwood, Rita solía llevar regalos de Navidad a sus familias necesitadas. Ella fue mentor de muchos niños de nuestro vecindario. Se preocupaba por las personas de nuestra comunidad y fue más allá de sus obligaciones para ayudarlos. Cuando la Dra. Rita se retiró de la dirección, recurrió a la capacitación de directores y consultoría en proyectos de educación en lugares tan lejanos como Georgia, el país, no el estado. Pero incluso con su trabajo internacional, ella todavía vino a Norwood para leer a los estudiantes en la biblioteca y prestar apoyo moral al director actual. Ella sirvió en la Junta directiva del teatro durante años. Ella recaudó dinero para nosotros, donó dinero ella misma y nos ayudó con muchos proyectos de educación artística. Ella es una fuerza de la naturaleza. Cuando la Dra. Rita está cerca, es una fiesta. Una vez, cuando Deb y yo nos encontramos en el mismo vuelo con la Dra. Rita, tomamos tres martinis juntos entre Burbank y Phoenix. ¡Cada uno! Y nunca dejamos de reír. Fuimos de esas personas escandalosas en ese vuelo que todos los demás odiaron. Pero fue el vuelo más festivo de mi vida. Y no fue solo la ginebra. Fue que Rita es una celebración viva. Incluso como octogenaria, la mayoría de las personas no pueden seguir el ritmo de la Dra. Rita. Solo espero que si vivo hasta los 80 años, tenga ¼ de la energía y el impulso que tiene Rita hoy.
El año pasado, una persona mayor en nuestro vecindario me mencionó que había asistido a Norwood en los años 60, pero que tenía dificultades de aprendizaje que le impedían aprender a leer. Le pregunté si todavía quería aprender a leer y se emocionó mucho. Así que llamé a un par de programas de tutoría, pero no estaban diseñados para personas mayores. Y luego llamé a la Dra. Rita. Había tanta ironía en que un antiguo estudiante de Norwood que nunca había aprendido a leer, estuviera junto con el director superhéroe que lo enseñaría a hacerlo medio siglo después. La Dra. Rita se ofreció a enseñarle a este hombre a leer en sesiones semanales en el vestuario del teatro. El hombre aprendió a escribir su nombre y el mío. Ella le compró libros y herramientas de lectura. Y nuestro vecino por primera vez en mucho tiempo se sintió atendido y volcado en algo. Se logró debido a la inversión personal de Rita. Porque a ella le importa mucho. Incluso desde que las órdenes de “Quédate-en-Casa” por el Covid-19, interrumpieron sus sesiones de tutoría, Rita se ha mantenido en contacto con nuestro ciudadano de la tercera edad del vecindario por teléfono para que sepa que le importa. Ella le envió dinero para asegurarse de que tuviera comida durante esta crisis, e incluso le trajo un pastel para su cumpleaños. Y él le dio una tarjeta de cumpleaños donde le decía que gracias a ella, ahora puede leer.
Bueno, ahora es el cumpleaños de Rita y nuestro amigo del vecindario tiene un mensaje para ella. El escribe con amor; ¡TÚ ERES TODAVÍA MI MAESTRO Y ERES UN ÁNGEL, RITA! Y si pudiéramos leer sus tarjetas de cumpleaños de todas las personas de nuestra comunidad a las que ella ha ayudado en las últimas décadas, habría miles de niños, maestros, padres, directores y personas de teatro diciendo ¡GRACIAS RITA!, diciendo ¡BRAVO!, diciendo, ¡Te importo!, diciendo ¡Me enseñaste más de lo que sabes!, diciendo ¡Me inspiraste!, diciendo ¡VAMOS DRA. RITA!, diciendo ¡GRACIAS POR AYUDARME A SER QUIEN SOY!, diciendo ¡PUEDO LEER POR TI!, diciendo ¡ERES UN EJEMPLO!, diciendo ¡GRACIAS POR CREER EN MÍ!, diciendo ¡ERES NUESTRO HÉROE! ¡Feliz cumpleaños, Dra. Rita!, de parte de todos nosotros, la familia del Teatro 24.