Someday / Algún Día
This Martin Luther King, Jr. Day, our USC Marketing Assistant reflected on her experiences with racism growing up in the South Side of Chicago and her exclusion from the deeper conversations that are critical for growth, compassion, and understanding.
It’s twenty degrees outside and my first grade classmates, raucous with the denial of being back in school refuse to work on the assignment in front of them. The weather is a stark contrast to the sunny warmth from last June; the way I feel now is very different from last June. I still sit quietly and do my work, except this time, it is no longer learning colors and the days of the week; I’m a Big Kid, so big, even though in the grand scheme of things I’m still so little. I’ve graduated from Kindergarten and am learning Big Kid Things, yet it’s still all so elementary. Coloring in a printout of Martin Luther King, Jr. and writing too-short sentences, where the words have no weight and it is just another thing to do before my mom comes to pick me up at 2:45pm. Teacher, Sabrina took my crayon! Is it lunchtime yet?
It’s just coloring, still Little Kid Things, and it deserves to be Little Kid Things because we still are little kids. It’s an age-appropriate activity, teaches kids just enough so that the state is satisfied with the curriculum and our age-appropriate internal knowledge of right is overlooked. We have been spoon-fed the golden rule so much that our mouths are too busy for conversation. We are too young, not intelligent enough, clearly, to know what Martin Luther King, Jr. was fighting for.
“Color your drawing,” they say. “You’ll learn someday.”
Someday, they say, to appease me. Someday, yesterday, when “stop hanging out with Horace” comes out of my white friend’s mouth with a malice I can’t comprehend. Someday, last August, when my school immediately places the Black kids in special education, subtly implying that they aren’t good enough to learn along with the rest of us. Someday, two weeks ago, when a taunting, “Tyrone likes you” is used by the “cool girls” to shame another girl in class. Someday, when my class is invited to a birthday party, but nobody shows up, because it’s past 51st Street, and “my parents said we can’t go past 51st Street because it’s dangerous”.
And they’re right, to an extent. I’ll learn someday, about things that are too complex, things I don’t think about until much later, like the history of Chicago and its segregationist policies, discrimination, and the sentiment my city carries. I’ll learn someday that the injustices that MLK fought against are still occurring today, occurred to Rodney King, occurred to Trayvon Martin, occur to all the people whose names we should, but seldom, say. One day, I will write essays about The Significance and Legacy of Reverend Dr. Martin Luther King, Jr. on the Civil Rights Movement. I’ll learn, someday.
But for now, I am still little. For now, the names of my first grade classmates that we all collectively hurt, willingly or unwillingly, consciously or not, don’t matter. Just color your drawing.
Kids are smart. Allow us sophistication. We catch on a lot more than you think.
Este día de Martin Luther King, Jr, nuestra Asistente de Marketing reflexionó sobre sus experiencias con el racismo en el Sur de Chicago y la exclusión que experimentó de las conversaciones más profundas que son críticas para el crecimiento, la compasión, y la comprensión.
Está a veinte grados afuera y mis compañeros de primer grado, estridentes con la negación de estar en clase aún otra vez, se niegan a trabajar en la tarea en frente de ellos. El clima es un contraste marcado a la calidez del pasado junio; la manera en que me siento ahora es diferente de como me sentí el pasado junio. Todavía me siento silenciosamente y hago mi trabajo, excepto que esta vez, ya no se trata de aprender colores y los días de la semana; soy Niña Grande, tan grande, aunque en el gran esquema de las cosas todavía soy tan pequeña. Me he graduado del Kinder y estoy aprendiendo Cosas de Niños Grandes, sin embargo, todavía todo es tan elemental. Coloreando una copia de Martin Luther King, Jr. y escribiendo oraciones demasiado cortas, donde las palabras no tienen valor y solo es otra cosa para hacer antes de que mi mamá me recoja a las 2:45pm. ¡Maestra, Sabrina tomó mi crayola! ¿Ya mero es el lonche?
Solo es colorear, todavía son Cosas de Niños Pequeño, y merece ser Cosa de Niños Pequeños porque todavía somos niños pequeños. Es una actividad apropiada para nuestra edad, le enseña a los niños solo lo suficiente para que el estado esté contento con el currículo, y nuestro conocimiento interno de lo correcto, apropiado para nuestra edad, se pasa por alto. Nos han retacado con la regla de oro tanto que nuestras bocas están demasiado ocupadas para la conversación. Estamos demasiado jóvenes, no somos lo suficientemente inteligentes, claramente, para saber de lo que Martin Luther King, Jr. estaba luchando.
“Colorea tu dibujo,” dicen. “Aprenderás algún día.”
Algún día, dicen, para apaciguarme. Algún día, ayer, cuando “ya no te juntes con Horace” sale de la boca de mi amiga güera, con una malicia que no puedo comprender. Algún día, el pasado agosto, cuando mi escuela inmediatamente pone a los niños afroamericanos en la educación especial, sutilmente implicando que no son suficientes para aprender junto con el resto de nosotros. Algún día, hace dos semanas, cuando las chicas populares dicen, “Le gustas a Tyrone” para burlarse de otra chica en la clase. Algún día, cuando mi clase entera es invitada a una fiesta de cumpleaños, pero nadie va, porque está más allá de la calle 51, y “mis padres dijeron que no podemos ir más allá de la calle 51, porque ahí esta peligroso”.
Y tienen razón, hasta cierto punto. Aprenderé algún día, sobre cosas que son demasiado complejas, cosas de las que no pienso hasta mucho más tarde, como la historia de Chicago y sus políticas segregacionistas, sobre la discriminación, y el sentimiento que mi ciudad carga. Aprenderé algún día que las injusticias contra las cuales MLK luchó todavía están ocurriendo hoy, le ocurrieron a Rodney King, le ocurrieron a Trayvon Martin, le ocurren a todas las personas cuyos nombres deberíamos decir, pero raramente lo hacemos. Algún día escribiré ensayos sobre El Significado y El Legado del Reverendo Dr. Martin Luther King, Jr. en El Movimiento de Derechos Civiles. Aprenderé, algún día.
Pero por ahora, todavía soy pequeña. Por ahora, los nombres de mis compañeros de primer grado que el resto de nosotros colectivamente lastimamos, voluntariamente o involuntariamente, conscientemente o no, no importan. Solo colorea tu dibujo.
Los niños somos inteligentes. Permítanos sofisticación. Percibimos mucho más de lo que ustedes piensan.