My Favorite Martians
My Favorite Martians Mis marcianos favoritos
by Jay McAdams por Jay McAdams
Esta es la temporada, pero no es sólo la temporada donde - el sabor a calabaza - lo es todo. Sino también la temporada de fin de año para recaudar fondos para miles de organizaciones no lucrativas (hay más de 20 000 solo en el condado). Cada año me cuesta mas inventar algo inteligente; algo más inteligente que el resto de las grandes organizaciones no lucrativas cuyas cartas solicitando la recaudación de fondos terminan arriba de la nuestra en la mesa de alguien, sin siquiera ser abiertas. Yo siempre trato de hacer algo divertido, porque me imagino que es eso lo que hace que la nuestra destaque. Pero si usted fuera de Marte y no pudiera leer el texto, entonces vería las fotos de niños sonrientes en todas las cartas de recaudación de fondos de fin de año y pensaría que todas eran iguales.
Tenemos la suerte de tener grandes fundaciones que nos financian. La primera vez que abrí una carta de una fundación con un cheque de una donación en ella, casi chocó mi auto. Fue a finales de los 90 y yo estaba abriendo el correo mientras conducía a casa desde el teatro (lo siento, pero es la cosa imprudente que todos hicimos mientras conducíamos antes de que se inventaran los mensajes de texto) y vi un cheque por 10.000 dólares que me hizo exaltarme y virar de repente. Afortunadamente no choqué por el cheque. Pero más que el dinero, la razón por la que yo viré así fue que ese cheque representaba demasiada confianza. Alguien creyó lo suficiente en lo que estábamos haciendo como para invertir su dinero para apoyar nuestro trabajo. Mucho dinero, guau! Eso significaba tanto. Y todavía significa mucho. Estamos igual de honrados hoy que tenemos tan grandes fundaciones que apoyan nuestro trabajo, como la Fundación Rosenthal que esta misma semana anunció un subsidio de $ 300 mil que ampliará nuestro fabuloso programa Enter STage Right a 9.000 estudiantes locales que serviremos este año, y la Fundación Max H. Gluck está pagando por los autobuses; nuestra subvención Irvine está ayudando a que los adultos en nuestra comunidad suban al escenario con nuestro proyecto Teatro del Pueblo, nuestra subvención de la Fundación Comunitaria de California, PAT está ayudando a enseñar habilidades de liderazgo a los adolescentes del centro de la ciudad, la Fundación Deutsch está financiando nuestro programa de After 'Cool y Summer 'Cool y la campaña de Buenos Vecinos de la USC nos ha financiado durante 16 años. Podría seguir y seguir. Todos son así de fabulosos. Nosotros tratamos de dar las gracias a todos nuestros patrocinadores adecuadamente, pero no es fácil porque todos somos profesionales sin fines de lucro así que hay que mantenerlo como negocio, aunque a veces te dan ganas de saltar de arriba a abajo y besarlos. De hecho creo que besé a Camilla de la Fundación Gluck. ¡Vaya!
Y luego están los donadores individuales, los cuales nos sentimos muy afortunados de tener a cada uno de ellos. Algunas personas nos dan miles de dólares y un otras un centavo. Estos últimos, que a menudo donan un centavo que después de comprar un boleto para la gente de la comunidad de 24 centavos con una moneda de 25, son también muy apreciados por creer en nosotros. Una de mis cartas favoritas de donadores llegó hace unos años. Una tarjeta para donadores llegó de regreso por correo con dos billetes pegados en ella. El donador escribió en la tarjeta "Yo estoy en tercer grado", ¡Guau! Esos han sido los mejores $2 de donación que hemos recibido.
Yo nunca siento que agradezco a cada uno de ustedes lo suficiente, aquellos de ustedes que nos donan pennies y dólares. Siempre tengo la intención. Y es muy sincera. Tengo la intención de escribir una carta o un correo electrónico o hacer un video para el sitio web que exprese adecuadamente mi gratitud por su donación, por creer en que estamos haciendo la diferencia. Y solo entonces les habré dado las gracias adecuadamente, de una vez por todas. Y yo escribo notas e historias y cartas, pero ni siquiera se acercan a expresar realmente cuánto significa su apoyo para mí. Así que cualquier foto que les envíe esta temporada de vacaciones con niños sonrientes de nuestro programa After ‘Cool, o de nuestro programa de mentores de adolescentes, o de la celebración Día de los Muertos ... sepan que es sincera y sentida porque así será. Incluso si esta luce exactamente como los demás. Si usted fuera un marciano, usted pensaría que eso es una cosa buena.
‘Tis the season. Not just Pumpkin-Spice-Everything Season. But year-end fundraising season for thousands of non-profits (there are over 20,000 in LA County alone). Every year I struggle to come up with something clever, more clever than the rest of the great non-profits whose fundraising appeal letters end up on top of ours on someone’s table. I always try to be funny because I figure that’s what makes ours stand out. But if you were from Mars and couldn’t read the text, you’d see the photos of smiling children on all of the year-end fundraising letters and think they were all the same.
We are lucky to have great foundations as Funders. The first time I opened a letter from a Foundation with a grant check in it, I nearly crashed my car. It was in the late 90’s and I was opening the mail as I drove home from the theatre (sorry, but it’s the reckless thing we all did while driving before texting was invented) and I saw a check for $10,000 which made me gasp and swerve suddenly. Fortunately I didn’t crash from the cash. But more than the money, the reason I swerved was that the check represented so much trust. Somebody believed in what we were doing enough to invest their money. Serious money. Wow! That meant so much. And it still means a lot. We are just as honored today that we have such great foundations supporting our work. Recently we announced a $300k grant from the Rosenthal Foundation that will expand our fabulous Enter STage Right field trip to 9,000 local students this year. And the Max H. Gluck Foundation is paying for buses. Our Irvine grant is helping adults in our community take to the stage with our Teatro Del Pueblo project. Our California Community Foundation PAT grant is helping us teach leadership skills to inner-city teens. The Deutsch Foundation is funding our After ‘Cool and Summer ‘Cool programs. And USC’s Good Neighbors Campaign has been a funder for 16 years. I could go on and on. They are all this fabulous. We try to thank all of our funders adequately, but it’s tough because we’re all non-profit professionals so you have to keep it businesslike, even though sometimes you just want to jump up and down and kiss them. In fact I think I did kiss Camilla of the Gluck Foundation. Oops.
And then there are our individual donors. We feel so lucky to have each of them. Some people give us thousands of dollars and some one penny. And even the 1-cent donors, who often donate that penny after buying a 24-cent community ticket with a quarter, are appreciated for believing in us. One of my favorite donor letters came a few years ago. A donor remittance card came back in the mail with two single dollar bills taped to it. The donor wrote on the card “I am in the third grade”. Wow! That was the best $2 of contributed income we ever made.
I never feel that I thank each of you enough, those of you who donate pennies and dollars to us. I intend to always. And it is so sincere. I intend to write a letter or an email or make a video for the website that’ll adequately express my gratitude for your donation, for your belief that we’re making a difference. And then I will have thanked you properly, once and for all. And I do write notes and stories and letters, but they never even come close to really expressing how much your support means to me. So whatever photo I send you this holiday season of smiling children from our After ‘Cool program, or our teen mentor program, or our Dia De Los Muertos celebration... know that it is sincere and heartfelt. Because it will be. Even if it looks just like the others. But you’re not a Martian, so hopefully you’ll see the difference.